La actualidad del mundo de los videojuegos está dominada esencialmente por tres grandes empresas que suponen un filtro espectacular entre creadores y clientes finales: Sony, Nintendo y Microsoft. La base de esta afirmación es que, a pesar de la gran cantidad de estudios de creación de videojuegos, todos los juegos deben conseguir la licencia de una de estas empresas para poder estar presentes en las consolas que dominan el mercado y, por lo tanto, llegar al público.
Sin embargo, algo puede dar al traste con este status quo. Estoy hablando de On Live.
Fundado por Steve Perlman, On Live es un nuevo sistema de videojuegos basado en el streaming e internet. Básicamente, y en pocas palabras, el jugador pulsa un botón en su mando, y esa señal se envía a un servidor que efectúa los cálculos y envía la imagen resultante de la acción realizada. Pulsar, enviar, recibir y repetir 60 veces por segundo.
La gran ventaja de este sistema es que no se necesita disponer de una consola híper potente en casa, ni de un ordenador con una tarjeta gráfica de última generación, para poder jugar a los juegos punteros del mercado. Con una conexión a internet de 5 mb para el modo HDTV y una cuota mensual, el usuario puede escoger qué juegos jugar en cada momento y reproducirlos en cualquier pantalla, ya sea de TV o de ordenador. De éste modo, se han podido hacer cosas como jugar a Mirror’s Edge en un Mac Air. Además, ofrece nuevas opciones, como poder presenciar en casa la partida de otro jugador para evaluar si un juego vale la pena o para que te muestre cómo pasarte esa zona imposible, compartir experiencias a un nivel mayor, y muchas otras cosas.
La pregunta es: ¿tendrá éxito? Muchos gamers son orgullosos poseedores y coleccionistas de sus juegos y quizá la idea de no disponer físicamente de ellos no les sea muy atractiva, pero la mayor parte del mercado no suele seguir esta pauta, como demuestra el extenso mercado de segunda mano que existe en la actualidad. Si tiene éxito, podríamos hablar de un serio peligro para las consolas home, ya que no haría falta invertir en un dispositivo carísimo (mención especial a la PS3) que hace el papel de intermediario para lo que realmente interesa, los juegos. Además, éstos seguramente serán mucho más baratos via On Live que en las tiendas, ya que los costes de producción disminuyen al no disponer de soporte físico y los de distribución se anulan completamente. Aunque de momento la fecha de salida está prevista para invierno del 2009 en los EE.UU., las pruebas piloto han dado buen resultado y el sistema está preparado para salir al mercado.
Obviamente, los estudios y empresas de diseño de videojuegos como EA o 2K apoyan masivamente esta iniciativa, y las majors se oponen drásticamente. En el caso de Nintendo no deben estar muy nerviosos, ya que tienen una amplia oferta de juegos propios muy personales que disponen de un mercado muy grande, pero Sony o Microsoft deben tener los huevos por corbata. A Sony siempre le quedará la PSP, pero con los avances en la tecnología de internet móvil actuales, no creo que las portátiles estén a salvo mucho tiempo.
De todos modos, aunque tenga éxito, el sistema tardará aún años en establecerse, ya que no todos los países cuentan con conexiones a internet de 5 mb reales (aunque para una versión no HD con 1,5 mb es suficiente), pero si empiezan a salir juegos buenos y originales en exclusiva para On Live, las cosas se van a poner movidas. De momento, en el catálogo preliminar hay juegos como Mirror’s Edge, F.E.A.R. 2, Burnout Paradise, Hawx, Prince of Persia, Bioshock…
¿El futuro, o un fiasco más en el mundo lúdico que podría superar al de la Dreamcast? El tiempo dirá…
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